Posiblemente se hayan convertido
en una de las formaciones más atractivas del panorama nacional, por méritos propios. ¡Sin duda! Jack Bisonte, formación compuesta por Carlos
Amelivia y Miki Llaguno, presentan su primer álbum de estudio de larga duración,
llamado Hounds of Glory. Uno de los álbumes más atractivos de lo que llevamos de
año. Su propuesta resulta fresca, provocativa y actual, sin dejar de lado
la tradición, la madera. No han perdido su esencia, y eso los convierte en exquisitos.
Nueve nuevas canciones, en las
que se entremezclan el folk más tradicional con el pop, creando espacios para
el rap, incluso el R&B, con apoyos en la electrónica. Un álbum repleto de melodías
frescas y pegadizas, interpretadas en inglés, que atrapan con su vitalidad al oyente.
France Gall, encargada de
abrir el álbum, y primer sencillo de adelanto, es toda una declaración de
intenciones sobre el devenir de Hounds of Glory. Tributo a cuatro divas
de la música LANA del Rey, DUA Lipa, TRACY Chapman y FRANCE Gall. Cuatro divas
que tienen un halo de melancolía y tristeza al cantar y al moverse; como si
alguien les hubiese inyectado todo ese talento en contra de su voluntad.
Continúan con la frescura de Dying
Free, el que fuera el segundo adelanto del álbum. Un corte Pop vitalista,
con la consigna de que no importa las veces que te tumben, hay que levantarse y seguir adelante.
Y con ese marcado carácter pop anglosajón con reminiscencias de electrónica, llega
No Drama, otro de los adelantos conocidos, con aquel vídeo grabado en
Miami, en el que Miky no se desprendía de las gafas, por haber contraído el bicho.
Sorpresivo y espectacular a
partes iguales resulta The Way Your Heart Gets Broke. Tras un par de
días en el Bronx, resulta una grata sorpresa verlos mimetizarse con el entorno y
escucharle a Cako rapear al más puro estilo underground del Bronx.
El desarrollo y sobre todo la
parte instrumental final de Portait es para quitarse el sombrero, como
los coros de Leon Coeur y St Woods. Otra genialidad es Blue Hydrangea,
que esconde una maravillosa historia detrás, ya relatada aquí. Ahora deja de
sorprender su final, al escuchar Burrow Interlude 900, que parece ser
una clara continuación de esta. El R&B vuelve en una magnífica HPP,
en la que sobrevuela la sombra de Craig David.
Y el álbum no se podía cerrar de mejor manera, que con una maravilla llamada Holy Saint. Una de las grandes canciones del álbum. En ella nos trasladan a sus origines, mostrando más madera, el Jack Bisonte más auténtico, en el que recuperan su esencia. Y el disco hubiera sido de matrícula, si hubieran incluido en él, algún otro tema acústico como Blood on the Mic, o esa obra maestra llamada For a Song to Mean a Thing, que se quedará como single, con la que hubieran puesto un broche de diamante.